TEATRO DE SOMBRAS Y ESPEJOS.
UNA VISIÓN DEL CIRCO DE LA VIDA.
“Me avergoncé de mí mismo cuando
me di cuenta de que la vida era una fiesta de disfraces; ¡Y yo asistí con mi
rostro real!” Franz Kafka.
Aunque
se diga erróneamente que la vida se asemeja a una función de teatro. Yo soy de
los que piensa que es más parecida un circo miserable, en donde los únicos que disfrutan
de la función son el público, porque los payasos sufren. CHACAL NEGRO…
***
Estando
en mis años neuróticos de adolescencia, a portas de enfrentarme con la adultez;
conocí la obra “La Metamorfosis” del escritor Austrohúngaro Franz Kafka, el
gran icono de la literatura universal y sin lugar a duda uno de los autores que
más inspiro mis primeros escritos y que me sigue inspirando.
Recuerdo
tanto cuando encontré el libro de bolsillo de su obra más importante. Un libro
antiguo de hojas amarillo quemado, que dormía su largo sueño oculto en uno de
los estantes de la biblioteca de mi habitación. Debo reconocer que en un
principio esta obra no me genero nada, pues su portada barata no trasmitía el
deseo de ser leída. Sin embargo, mucho tiempo después ahí me encontraba, sumergido
en su extraño y melancólico mundo de ficción y realidad.
Mi
interés por la fascinante obra de Kafka, nació como una casualidad, pues a
pesar de tenerlo presente, no me inquietaba su oscura imaginación. No obstante,
recuerdo que en algún momento de la vida una casualidad me llevo a encontrar un
video que relataba su desgraciada vida y dulcificaba como proeza su muerte. La
cual estuvo marcada por el sufrimiento y la soledad. Mismos sentimientos que él
pudo plasmar a la perfección en sus obras literarias. Como el gran escritor
sensible y lúgubre que era.
Gracias
a ese video nació mi interés por su obra, no precisamente por su forma
surrealista de escribir, la cual desconocía; sino por su vida caótica y
misteriosa. Que entendí siempre como el reflejo de sus pensamientos más íntimos,
que tiñeron con sombras las páginas de sus textos. Al tiempo que la oscuridad
se cernía sobre su vida, con cada giro de las manecillas del reloj.
Lo
primero que me impacto de la obra de Kafka, fue el hecho de no poder darle un
sentido práctico para mí vida, o un sentido en sí mismo que no fuera el
inherente a descubrir en su relato ese sentimiento de soledad, fracaso y
desgracia que marco su vida. Básicamente, porque en mí vaga opinión, el autor no
busco eso con sus escritos. Dejar en sus obras una profunda y desentrañada reflexión
que fuera acorde con su imaginación delirante, para que las nuevas generaciones
hallaran en ellas, una voz de aliento que les ayudara a direccionar su vida en
el camino de cumplir ese fin último determinado que llaman destino. El cual les
fue asignado al azar antes de nacer.
Mentiría
descaradamente si dijera que he leído cada una de las obras de Kafka, y que de
ahí nació un profundo análisis de su estilo particular de escribir. En el que,
el surrealismo se hace presente desde los cimientos del texto, sin que antes
brinde al lector una explicación clara, si quiera ambigua; del origen de los
inusuales sucesos que rodean la vida de cada personaje que integran la
historia.
Sin
embargo, considero que eso mismo es lo que hacen especiales sus textos. Que de
entrada son chocantes para el lector, porque lo introduce sin explicación alguna
a un universo desconocido, carente de sentido y que no aclara su origen. Pero
que a su vez lo atrapa en la historia, por el simple hecho que a esté le genera
morbo encontrar, a lo largo del texto, ese algo que no va a hallar. Y que es una
explicación lógica y plausible del origen los sucesos narrados, que vaya más
allá de cualquier interpretación propia a la que llegue el lector.
De
ahí considero que los lectores más estudiosos y críticos de su obra, le
atribuyan los cimientos de una teoría intrínseca absurdista. Porque si me lo
preguntan, pongo en duda que el autor deseara materializar un pensamiento que
tenía arraigado como una pesada aflicción, y en cuyas páginas de sus obras encontró
un refugio a su desesperanza. Es por eso que, mejor sea dicho, su obra sirvió
para inspirar a grandes autores y filósofos que mucho después fundarían dicha
corriente del pensamiento como es el caso del escritor francés Albert Camus
Ahora
bien, en segundo lugar, me impacto la manera en la que su forma de escribir me
llevo a percibir sensorialmente sus historias surrealistas. Porque las veces
que medite sobre la vida de los personajes de sus historias y en general del
mensaje de su obra; que siempre lo relacione con el letargo y la aflicción de su
pensamiento, y los sentimientos de inferioridad, soledad y olvido que hicieron
parte de su vida. Me imagine reflejándome en el espejo de un baño público en el
que cientos de personas se ven a diario, con rostros desnudos y caras
sonrientes; con las que intentan ocultar o disimular aquellos pensamiento y
sentimientos ocultos que los afligen. Como cuando yo veo el reflejo de mi
rostro en el espejo de cualquier baño público.
En
el que se busca reflejar un rostro de orgulloso que muestre la satisfacción de
una vida que muchas veces se siente vacía y absurda. Como una manera de exhibir
fortaleza a un público que poco o nada le interesa si es un gesto autentico o una
máscara, en donde se ocultan aquellos baches de sufrimiento, soledad y olvido
que experimentamos. Quizás no a diario, pero si en algún momento de la vida.
Sentimientos
y pensamientos que el autor describe de tal manera en sus obras que denota una
vivencia muy propia. Como si estas fuera el reflejo de aquel espejo que le
muestra la miseria e infelicidad de su vida, misma que ocultaba detrás de aquel
rostro de hombre realizado y exitoso, con la vida arreglada.
Es
por eso que, más allá del legado literario que dejo el gran Franz Kafka, que
incluso para él es desconocido. Pienso que su mayor aporte, es haber propagado
esa voz melancólica que nos dice que todos somos parte de ese circo miserable. En
el cual todos somos payasos y público.
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